El Derecho Real de Conservación (DRC) es una herramienta legal cuyo objetivo es conservar el patrimonio ambiental de una propiedad privada. Consiste en un acuerdo libre, voluntario y flexible entre un propietario y un Garante de Conservación que se transforma en titular del DRC, con el fin de asegurar su conservación en el largo plazo.
Proteger la naturaleza para las futuras generaciones
La principal motivación para establecer un DRC es la voluntad de un propietario de tierras de proteger la naturaleza de su predio. Con la firma de este acuerdo, dicha voluntad queda expresada como legado y protegida legalmente a largo plazo. Y es que al ser un derecho real, el DRC se grava con la propiedad, por lo que en caso de cambiar de propietario, las condiciones establecidas en el acuerdo, se mantienen.
¿Cómo se constituye un DRC?
Para establecer un DRC se debe celebrar un contrato mediante escritura pública, entre el propietario del terreno y el titular del acuerdo, el que posteriormente deberá ser inscrito en el Conservador de Bienes Raíces respectivo.